Categoría: Reseñas Literarias Página 17 de 58

A veces, la verdad miente y es imposible no creerla. Por eso os ofrezco mis mayores mentiras. No os creáis una sola palabra». En las páginas de este libro, al que me gusta llamar mi diario inconstante (porque nunca fui capaz de llevar uno al día), no os ofrezco certezas ni consuelo. No encontraréis en él opiniones consolidadas por argumentos de peso, ni reflexiones que os cambien la vida. Pero sí puedo entregaros mis mayores miedos y mis falsas verdades para que hagáis con ellas lo que queráis: reconoceros en ellas, percataros de lo absurdas que son o preguntaros de dónde vinieron. Este libro no es para pensarlo, es para sentirlo. En él encontraréis el reflejo de mis sombras cuando caigo en lo más hondo y la luz que me trae de vuelta a la superficie.

Primero que todo quiero remarcar que es MI OPINIÓN:  así que como modero los comentarios no voy a permitir ninguno insultándome o cosas así.

El libro me creo un poco de hype por las redes sociales, porque la autora, hay que reconocerlo, ha sabido promocionarlo y la gente que lo había leído lo había puesto de muy buena tesitura.

Intenté conseguir alguna foto de alguna poesía para ver cómo escribía Raquel Brune, pero no conseguía dar con ninguna, o yo soy muy burra buscando o no hay por internet.

Así que mi señor novio me lo regaló, vaya desgracia cuando le llegó tarde y no lo disfrute como pensé.

Lo primero que me encontré es una introducción de tres páginas donde hay algunas discordancias, he estudiado un año de filología hispánica y tengo amigas que me han corroborado lo que he encontrado. Son cosas que pasan desapercibidas pero que si has estudiado la carrera lo notas en seguida.

(Mis fotos son malas porque las hice de noche) espero me podáis perdonar.

Me dije a mi misma, bueno Yoli, esto no es lo importante, céntrate en la poesía y en lo que transmite. Bueno pues eso hice…

Lo primero que quiero decir es que para mi, este libro no es un libro de poesía, no es un poemario, es un libro de relatos de una joven que nos cuenta su vida, sus sentimientos, pero llevo desde los 10 años leyendo libros de poesía, porque era lo que más me gustaba en el mundo y la verdad no se parece en nada.

No estoy diciendo que la autora escriba mal, porque se puede ver que quiere transmitir sus sentimientos, pero no se puede catalogar a este libro como un poemario, lo siento pero para mi un poemario tiene una serie de cosas que este no tiene.

Por otro lado, me parece un poco de relleno el hecho de encontrar fotos realizadas por ella o en las que sale la autora dentro de las páginas, porque no sé qué pintan ahí, a mi me parece una cosa un poco fuera de contexto.

Y ya por último destacar que hay muchos cambios de tipografía dentro de una misma página, un «poema» en inglés y cosas de este tipo.

Lo primero que me enseñaron en la carrera es que la tipografía es una cosa muy importante y sobre la que se da una imagen de nosotros mismos, hay que guardar un sentido una claridad que en este caso Raquel Brune no ha tenido en cuenta, a mi lo que me transmite es desorden, quizás es lo que la autora quiere hacer notar.

Vuelvo a repetir que es mi sincera opinión, pero a modo de resumen, el libro ha sido una decepción para mi porque estoy acostumbrada a poesía o a libros como el de Chris Pueyo que sin ser poesía son prosa poética, transmiten y dejan ese toque de ritmo en sus páginas.

Sé que la autora es booktuber y lee muchísimo, no sé por qué ha decidido categorizar su novela como poesía, para mi es como bien indica su nombre, un diario, un libro de relatos, más que un libro de poesía.

Espero no haber herido los sentimientos de nadie, solo me gustaría que el próximo libro que publiqué fuera muchísimo mejor a este y que pueda encontrar la categoría adecuada para él.