Título: Todo lo que es sólido se disuelve en el aire.
Autor: Darragh McKeon
Editorial: Alba
Número de páginas: 422
Género: contemporáneo, narrativa, histórico.
Precio: 22.50€ (Pincha aquí)
Saga: No
Abril de 1986. En un bloque de pisos en Moscú un niño prodigio toca el piano. Al mismo tiempo, en la Ucrania soviética y a quince kilómetros de la central nuclear de Chernóbil, Artiom, un joven campesino, se despierta temprano para ir de caza con su padre. Nada más salir al aire libre, ve que el cielo está rojo y que las vacas están sangrando por las orejas. En Moscú María, periodista y antigua disidente, ha acabado trabajando en una fábrica. Su exmarido Grigori, un destacado cirujano, es uno de los primeros voluntarios que viajan a la zona del desastre. Darragh McKeon escribió Todo lo que es sólido se disuelve en el aire durante diez años pero al leerla la sensación es de frescura, de vitalidad. Cuesta interrumpir su lectura. Una historia de amor y de heroísmo sobre el drama histórico de Chernóbil. Una gran y sorprendente novela sobre el fin de un imperio.
El libro presenta una estructura dividida en tres partes, la primera empieza en abril de 1986, la segunda en noviembre de 1986 y la tercera en abril de 2011.
Tenemos diferentes puntos de vista, el de un niño prodigio que toca el piano, Yevgueni, el de Artiom, un chico de campo, el de Grigori, un cirujano y de María su ex mujer y ex periodista.
Los personajes están muy bien descritos y tenemos muchos en todo el libro, los principales serían:
María, es la tía de Yevgueni y la echaron del periodismo por pensar en contra del comunismo en sus artículos,
Grigori, ex marido de María, es un cirujano importante que será enviado a Chérnobil,
Yevgueni, sobrino de María y un niño prodigio con el piano,
Artiom, un joven de campo que encuentra a las vacas sangrando por las orejas y del cual tendremos el punto de vista del pueblo.
Muchos de estos protagonistas se verán relacionados de una forma que no se esperaba, por ejemplo, Grigori conocerá a Artiom y le operará. Así que esto hace que la historia este muy unida y sea fácil de seguir.
Otra característica del libro son los flashbacks que se cuentan en la vida de cada personaje, son momentos que les ha marcado y además que están tan bien metidos en la trama que parecen parte de la historia.
La tercera parte es la más corta y la que nos cuenta como han quedado las cosas después de lo ocurrido en la central nuclear. Todas las partes del libro presentan una forma de escritura muy trabajada y muy detallada, haciendo que te sientas parte de la historia.
La historia está escrita en tercera persona y ambientada en la Ucrania soviética, donde el comunismo predominaba, es decir, nos situamos en el año 1986. Grigori un cirujano importante que acaba de separarse de su mujer vive sin vivir, es decir, vive para la rutina, hasta que un día ocurre un desastre en la central nuclear de Chérnobil y tendrá que ir a prestar sus servicios. María se acaba de separar de Grigori, así que ahora reside con su hermana Alina y el hijo de esta, Yevgueni, mientras no está en casa se dedica a dar clases en una facultad y va a trabajar a una fábrica donde no la tratan muy bien por tener un pasado bastante problemático en el que fue acusada de ir contra el comunismo. Yevgueni es un chico normal que ha nacido con un don para la música, toca muy bien el piano, pero los demás niños se meten con él y lo maltratan, no obstante, su tía intenta ayudarle en todo lo que puede.
Por otra parte tenemos a la familia de Artiom, que residen en el campo, este chico será el primero en ver a las vacas sangrando por las orejas después de lo ocurrido en Chérnobil, su familia será llevada a un refugio con otra gente y los separarán de su padre. Está familia nos ofrece el punto de vista del pueblo frente a la situación que ocurre con la catástrofe nuclear, además de que veremos como los propios altos cargos no tenían ni idea de lo que debían de hacer en tal situación.
Bueno, ya os he contado un poco de que va este libro, ahora viene lo que tengo que decir sobre él.
Me ha gustado en parte si, en parte no, el ver sufrir a los animales es algo que no puedo superar y me he tenido que saltar trozos de descripción porque no podía evitar llorar.
No obstante, me ha gustado que se haya descrito con una cruel realidad la situación que se provocó en Ucrania, lo poco que sabían los altos mandos de llevar el control.
Grigori cuando se encuentra en la situación intenta ayudar dando su opinión, intentando facilitar a los mandatarios las soluciones, pero no le hacen caso, él tiene toda la razón del mundo, y los fallos de estos por no hacerle caso lo pagará la pobre población.
María que se acaba de separar de Grigori (por razones que se cuentan en el libro y que me parecen muy feas) está trabajando en una fábrica porque tuvo que dejar de ser periodista, ya sabéis que en esa época había mucha represión (Igual que aquí en España cuando Franco).
Y el final… es un finalazo, no me lo esperaba y me ha dado mucha lástima.
El libro me ha gustado, os recomiendo que lo leáis si os gusta la música, porque tiene buena parte de ella, si os gusta la historia y que lo leáis porque el autor tiene una forma de escribir que hace que estés allí viviéndolo.
– No sabría decir cuál es el detonante de la memoria, tan sigilosamente se crean los recuerdos.
– Todo lo que Yevgueni sabe, lo sabe porque le gusta estar solo.
– Pero la forma de la cama era el mero recuerdo de una ausencia.
– Las mujeres son criaturas muy equilibradas.
– El pasado ha cobrado su precio.
– El pasado nos exige fidelidad.