Título: Hachiko
Autores: Luis Prats
Editorial: La Galera
Número de páginas: 152
Año: 2015
Género: Juvenil, hechos reales, clásico
Saga: –
El profesor Ueno recoge un cachorro para su hija. Pronto, la relación entre el profesor y Hachiko, el perro, deviene especial. Cada mañana lo acompaña a la estación y, cada tarde, espera su regreso a las cinco y media. Cada día laborable. Cada mes. Cada año. Se ha forjado una relación basada en la amistad y la fidelidad. Y nada puede romperla…
Primero he de agradecerle a la editorial el envío del ejemplar.
Tenía muchas ganas de hacerme con este libro, porque la película nunca he terminado de verla. Todos sabéis que soy una amante de los animales y cualquier cosa que le suceda a ellos me afecta muchísimo. No sabía si podría con el libro, pero he podido, aunque no sin derramar muchas lágrimas.
Esta edición está dividida en dos partes, la primera parte va desde el año 1924 al 1925 y la segunda parte desde el 1925 al 1935. Dentro de estas dos partes hay unos capítulos titulados con fecha y con barrios.
En la primera parte se nos presentan los personajes, el Profesor Eisaburo Ueno, su mujer Yaeko y su hija Chizuko. El profesor y su mujer deciden regalarle a su hija un perro, en concreto un akita, así que el día que llegaba Yaeko le recordó a su marido que no se olvidará de recoger al perrito en la oficina de correos. Pero como todos os imagináis se olvidó, no obstante, antes de que cerrarán lo recogió, cuando lo llevó a casa le dio un gran bol de leche calentita porque parecía muy débil después de su viaje.
Desde ese momento, el profesor se encariño del animal y decidió ponerle de nombre Hachiko (Hachi significa ocho en japonés) la razón fue porque sus patitas parecían un ocho. Desde este momento, vemos como Hachiko le es fiel a su amo y aprende muchas cosas sobre la naturaleza en sus paseos con él. Es tanto el apego que le tiene el profesor, que cuando un médico va a pedirle la mano de su hija y el profesor se entera que es alérgico a los perros, decide darle la mano de su hija para así poder quedarse con el perro.
Yaeko al principio sentía celos de la relación de Hachiko y el profesor, incluso intento hacer que se deshiciera del animal, pero no lo consiguió, así fue pasando el tiempo.
El final me ha conmovido, tuve que parar 3 veces antes de poder continuar, no podía dejar de llorar, me hizo sentir muchísima tristeza, pero a la vez me hizo ir corriendo a abrazar a mis dos perros.
En definitiva, creo que es un libro que merece la pena leer, tener en la estantería y pasarlo de generación en generación, porque es magnífico.
– Nunca el profesor Eisaburo, ni cuando había hecho las prácticas en los campos de Kioto, cerca de los palacios imperiales, y había tenido que tratar con todo tipo de animales, se había encontrado con uno que lo observase sin esperar nada pero que al mismo tiempo parecía que lo esperase todo.
– Te prometo, y te lo prometo solemnemente, Hachiko, que en esta casa nunca te faltará un bol de leche caliente.
– Hemos cenado bien ¿verdad? Me parece que tendrás que mearte otro día en la ikebana de la señora Yaeko.
– Es la verdad y todos lo sabemos. Pero a veces preferimos vivir en la ignorancia. A veces la verdad duele mucho.
– Lo que oye. Hace un año y medio que este perro espera a su amo, ¿verdad, Hachiko?
– Tenía el morro helado y temblaba. Él era el único que no lo sabía, pero su vida se apagaba como una vela o como una barrita de incienso que ya ha perfumado el templo y de la que solo quedan las cenizas.