Reseña: Deja cantar a la muerte ~ Sandra Andrés Belenguer

Título: Deja cantar a la muerte
Autor/a: Sandra Andrés Belenguer
Editorial: Cross Books – Destino
Número de páginas: 331
Género: Novela, Juvenil, Romance, Retelling, Suspense, Fantasía
Saga: No

Tras la muerte de sus padres, su gran apoyo, Christine se siente incapaz de luchar por su sueño: la música. Solo se siente libre durante las excursiones secretas que realiza con unos amigos a los subterráneos de París… En ese universo, alguien la ha oído cantar: un ser oculto tras una máscara, repudiado por todos, quien, impulsado por su voz y el deseo de romper su soledad, le ayudará desde las sombras a vencer sus miedos.

La novela se nos presenta con un narrador en tercera persona que va moviendose por los diferentes protagonistas de la historia. Sabemos lo que sienten en todo momento los personajes y lo que ven.

Los personajes principales son 3, Christine, nuestra protagonista es una chica dulce que está pasandolo mal, perdida en la vida sin saber que hacer ya que todos los de su alrededor le han dicho que cantar y bailar no sirve de nada. Por otro lado, nuestros dos personajes masculinos, Raoul, un joven adinerado que no quiere plantarle cara a su padre y decirle que no quiere seguir sus pasos, se deja perder en los brazos de las mujeres que conoce en la noche. Erik, aislado del mundo, solo, duro consigo mismo, ha nacido muy diferente a todos los demas y es que tiene un don con la música que lo hace muy valioso en nuestra novela.

La trama tiene unos momentos de lentitud al principio, mendiante estos se nos da a conocer la situación de los personajes, poco a poco va tomando ritmo hasta encontrar la cúspide final que nos deja con la boca abierta esperando mucho más. El tema central es la superación de los miedos, del qué diran y sobre todo el amor.

Los capítulos son breves, cada uno viene introducido por un extracto de El fantasma de la ópera, además de que si es un capítulo contado por varios personajes te aparece el nombre del personaje que narra la historia.

Es la primera vez que leo algo relacionado con el fantasma de la ópera  y solo puedo decir que me han abierto las puertas a un mundo que no conocia. Erik ha sido un gran descubrimiento del cual ahora quiero saber más.

Lo primero que quiero destacar es la autora, Sandra Andrés ha sido muy cercana e incluso me ha resuelto alguna duda que tenía sobre su novela, ha sido super dulce y cordial, sin duda es un poco como nuestro Erik, no pertenece a este mundo por su bondad y buen hacer.

La novela empieza con una Christine perdida, triste y sin vida, asiste a la escuela de música, una pasión que sus padres, ya fallecidos, le transmitieron, pero al morir ellos el resto de familiares, excepto su abuela, le dijeron que eso son solo cuentos de niños, que deje de vivir en la música y que se centre en otras cosas, desde ese momento Chrisitne cambia, intenta encerrar sus sentimientos y la pasión por la música hasta que un día en un viaje a las catatumbas se deja ir con la música, en ese momento Erik aparece en nuestra historia.

Erik es un personaje muy importante, un alma errante, que vive en el subsuelo, ha sufrido y sufre tanto que comprende a Christine, por eso se encuentran y desde este momento nos encontraremos con la perspectiva de Erik, con sus sentimientos que nos hacen sentir afortunados de vivir como vivimos.

Raoul es un personaje que no me ha gustado, un personaje que para mi ha sido como un celoso, incapaz de dejar que sea Christine quien elija, obligandola a quedarse con él porque él pertenece al mundo de ella. Ha sido un personaje que no merece a Christine, además de que empieza muy mal.

En definitiva, ha sido una novela que empieza a abrir un mundo nuevo, el mundo de la música, de Erik y Christine, gracias a esta historia ahora voy a adentrarme en el Fantasma de la ópera.

• A veces, odio y miedo se confunden hasta desdibujar sus límites.
• […] La convencieron de que podía ser lo que ella desease, de que las barreras estaban hechas de arrepentimiento y que los que luchan por sus verdaderos sueños son los que siempre vencen.
• A veces tengo la impresión de que he perdido la capacidad de soñar.
• Ya no tengo fuerza para buscar esos sueños perdidos. Ni siquiera encuentro mi sonrisa. No es una búsqueda fácil. Una sonrisa es algo intangible, hermoso como un deseo e igual de efímero. Una sonrisa puede practicarse, perfeccionarse y, aun así, no ser sino la mentira de una alegría fingida.
• Mi madre siempre me avisó de que las personas se escondían bajo muchos tipos de máscaras.